Niño con fractura de la base de la primera falange del 3er dedo de la mano izda (círculo negro)
La importancia de estas fracturas radica no solo en la alineación longitudinal del dedo sino más bien de la rotación del mismo.
Con un “tirón” podemos alinearlo pero si no se corrige la rotación, tendremos como resultado un dedo supraductus cuando el paciente flexione los dedos (véase fotos en la que el 3 dedo se monta sobre el 2 cuando se flexionan los dedos):
Una vez reducido, se debe fijar con una aguja de Kirchner, tornillo, placa… según sea el caso… o bien se queda estable, hacer una sindactilia con el dedo acompañante e inmobilizarlo en la posición de intrínseco plus.
¿Que he aprendido de este caso?
A veces, pequeñas fracturas, traen como consecuencia gran deformidad. Una vez más, pensar: “no hay enemigo pequeño” .