Presentamos el caso de un hombre de 47 años que sufre un traumatismo practicando esquí, presentando dolor e impotencia funcional en el hombro izquierdo, además, de una tumoración dolorosa a nivel de la articulación acromio clavicular. Se le realiza una radiografía de control en la que podemos observar una asimetría en las dos articulaciones acromio claviculares (Véase circulo rosa)
Durante la exploración clínica, vemos cómo la clavícula se ha “salido de su sitio”, y está desplazada por encima del acromion, hacia detrás, siendo la maniobra de reducción muy dolorosa.
Por este motivo, realizamos un TAC o SCANNER para confirmar y diagnosticar exactamente el tipo de luxación que tiene. Recordamos que existen 6 tipos de luxación acromio-clavicular y solamente las tipos 4 y 6 tienen una clara y reconocida indicación quirúrgica.
En el resto de tipos de luxaciones, la indicación quirúrgica dependerá de la edad y actividad laboral o deportiva que realice la persona. El tipo 4, que es el caso que nos ocupa, se caracteriza por un desplazamiento posterior por encima del acromion de la clavícula, tal y como podemos ver en la reconstrucción tridimensional del TAC:
En este tipo de luxaciones, se rompen los ligamentos coraco-claviculares y la capsula articular acromio-clavicular, además de desgarrarse la inserción clavicular de la fascia del pectoral mayor con el deltoides.
La técnica quirúrgica consiste en volver a reducir en su sitio la clavícula y fijarla con diferentes dispositivos metálicos o artificiales al acromion o a la coracoides, además de suturar las estructuras rotas, especialmente los ligamentos coraco-claviculares.
Nosotros hemos elegido el dispositivo DOG BONE de Arthrex por su simplicidad y alta resistencia, lo que nos va a permitir una movilización precoz de la articulación del hombro. Cosnta de dos “chapas” del tamaño de un botón que se anclan entre la clavícula y la coracoides. La reducción se mantieen gracias a unos hilos de alta resistencia que permiten que la clavícula permanezca en su sitio.
Lo más importante de todo es conseguir que la articulación acromio clavicular quede perfectamente reducida para evitar dolor residual y/o artrosis futura.
A las tres semanas de la intervención, el resultado funcional es excelente así como la RX de control.
¿Qué hemos aprendido de este caso?
Las únicas indicaciones quirúrgicas de la luxación son la tipo 4 y la tipo 6. El resto, son discutibles. Hay que recurrir a pruebas de imagen como el Scanner o TAC que nos pueden ayudar a clasificar correctamente la luxación.